Archive for ‘Rolas fundamentales’

abril 26, 2011

El hombre que no quiso ser rey

por Mauricio González Lara

Gracias al éxito de  LCD Soundsystem, James Murphy pudo haberse convertido en “el rey de los hipsters». ¿Por qué renunciar ahora?


A veces, acepto, extraño el mainstream. ¿Lo recuerdan? ¿Esos días en los que el lanzamiento de un producto cultural masivo captaba la atención de todos los medios de comunicación?  Quizá eran años vacíos, industriales, de ídolos de plástico, pero también gloriosos: los discos vendían decenas de millones de copias en unos meses, los conciertos se tocaban en estadios, las tribus urbanas eran genuinamente alternativas y conceptos como el “long tail” sonaban a delirio.

Hoy, todas las corrientes encuentran nichos; todos los líderes tienen tribus y cuentas en Twitter y Facebook;  todos se manifiestan, incluso los más feos, estúpidos y aburridos. Los días de las superestrellas y el glamour pasan por su hora final, junto con el gesto cultural homogeneizador capaz de definir a una generación de un solo golpe. Vivimos en la fragmentación, el solipsismo y la epifanía personal. Hasta las reuniones culturales multitudinarias se llevan a cabo en formato de festival, donde la idea es fraccionar a las personas en aldeas con intereses no convergentes. ¿Para qué conectarse, entonces,  en forma de “un solo flujo”?  ¿Para qué ser “grande”? ¿Cuál es el sentido?

Ante esto, no sorprende en absoluto la decisión de James Murphy, de 41 años de edad, de disolver a LCD Soundsytem. Tras tres discos de “larga duración” (un homónimo, Sound of Silver y  This is Happening) y dos “extended plays” (45:33 y London Sessions), Murphy  le ha puesto punto final al concepto que lo encumbró en el momento más exitoso y popular de su carrera. (Y digo concepto porque, a todas luces, LCD Soundsytem sólo operaba como banda durante sus presentaciones en vivo: la composición y ejecución en el estudio, así como todo el enfoque creativo, corría a cargo de James.)

Oscar Wilde solía decir que la peor tragedia que le puede pasar a un hombre es conseguir lo que desea. Murphy, consciente del dilema, optó por no aceptar la corona que lo hubiera tornado en una de las pocas superestrellas globales con las que cuenta el cada vez menos nuevo milenio. Es la antítesis de la historia tradicional de éxito; o como  él mismo la autonombró en la conferencia de prensa que antecedió su concierto final en el Madison Square Garden, la narrativa del “hombre que no quiso ser rey”:

“No quiero ser un conjunto profesional de rock que sólo saque discos por sacarlos y se mantenga en tour por toda la eternidad, sin ver a mi familia o mis amigos. ¿Cuál es el punto de continuar así con LCD Soundsystem? Ya dije todo lo que tenía que decir en esos tres discos, por lo menos en ese formato. No creo que pueda hacer un mejor disco bajo esa idea. No me interesa llenar estadios ni que la gente me reconozca en la calle. Soy feliz con la idea de ir en el metro y que ocasionalmente alguien me salude. No quiero que me presenten en la televisión como el puto rey de los hipsters. Prefiero quedarme en mi casa a hacer café. Aparte, ya estoy muy cansado. ¡Soy un anciano de 41 años! ”

Malditos hipsters

Irónicamente, como bien señala el periodista Paul Schrodt de Esquire, Murphy ya es considerado como un rey dentro del universo hipster al que parodió con inteligencia y virtuosismo en “Losing my edge”,  el manifiesto antiposeur que fue la contundente carta de presentación de LCD Soundsytem en 2002.

Quizá  no sea un icono al estilo de Thom Yorke, pero para muchos aspirantes a lo “hip”, tanto talentosos como fantoches, Murphy lo es todo: productor estrella de los sencillos más explosivos de la década pasada (incluido House of jealous lovers, de The Rapture), fundador de DFA Records, mecenas de Hot Chip y Hercules and the Love Affair, compositor de soundtracks para películas indie (la poco vista Greenberg), y frontman de LCD Soundsystem, combo que  terminó sus días como uno de los mejores actos en vivo del planeta, como lo atestiguamos quienes los vimos a finales del año pasado en el Hipódromo de las Américas, en el DF.

Otro mérito clave de LCD Soundsystem fue la manera en que logró ser vanguardia a través de reflexionar de manera melancólica y constante sobre lo que quizá sea el peor pecado que puede cometer un hipster: envejecer. Además de funcionar como  un hábil acto de memoria que conjunta los mejores sonidos de los últimos 30 años (Bowie, David Holmes, Kraftwerk, Daft Punk, OMD), el aspecto que distingue a Murphy del resto de sus contemporáneos es su profunda emotividad lírica: de no ser porque hace “música dance” (cualquier cosa que eso signifique, LCD Soundsystem suena más orgánico que cualquier disco de Green Day), James sería uno de los letristas más reconocidos de la actualidad, sobre todo entre los que comienzan a sentirse ajenos la cultura juvenil. Casi todas sus canciones son misivas de alguien que se encuentra confundido por su entorno, como le sucede a aquel que se sabe el más viejo de la fiesta. El Sound of Silver es, grosso modo, un trabajo sobre la crisis de la mediana edad. Dos botones de muestra: Someone Great, pieza que relata la terrible normalidad con la que la vida sigue tras la pérdida de una persona amada, y All My Friends, track que captura el vacío anticlimático de llegar “con éxito” a la edad donde no pasa nada y pasa todo: where are your friends tonight? If I could see all my friends tonight!

En  palabras de Jody Rosen, autor de The End of LCD Soundsystem, Murphy se especializa en elegías, en composiciones donde se lamenta la muerte de una persona o cualquier otro caso o acontecimiento digno de ser llorado:

“James puso a la bohemia blanca en el dancefloor mediante el montaje de funerales bailables. Murphy, en términos figurativos,  siempre está muriendo. Cuando lanzó LCD Soundystem, él mismo sabía que un gordito en sus treinta y tantos era un frontman un tanto ridículo para una banda tan funky, por lo que decidió que “Losing my edge” hablara precisamente de eso, de un ruco desesperado por estar a la moda y que pierde su filo ante gente más guapa, joven y talentosa, ante chicos con mejores ideas. El chiste deslumbrante: esos chicos con “mejores ideas” terminaron por amar la canción. Su show final fue otro golpe maestro, otro funeral: finalmente LCD Soundsytem pudo tocar en la arena más famosa de los Estados Unidos, el Madison Square Garden, sin que nadie los acusara de venderse. Genial.”

La vida sigue después de los 40. Murphy ya anunció una transformación al estilo de la que experimentó Brian Eno cuando abandonó Roxy Music, cuando se concentró en producir algunos de los discos más vanguardistas de los 70, entre los que destaca la trilogía de Berlín de David Bowie (Low, Heroes, Lodger). Incluso, ya ha mencionado posibles colaboraciones como productor con John Cale y Arcade Fire. Con todo, dudo que James pueda mantenerse alejado de la composición y los escenarios por mucho tiempo. La urgencia por darle voz a las crisis existenciales de su generación terminará por obligarlo a organizar un nuevo funeral. El rey, estén seguros, no ha muerto. (F)

+Las fotos que acompañan este texto son una cortesía de Toni Francois, quien las tomó durante la presentación de LCD Soundsystem en el DF en diciembre pasado (visita su sitio. www.tono.tv ) . Una versión más extensa de este artículo se publicará en la revista Deep del mes de mayo.

marzo 4, 2010

In every dream home a heartache

por Mauricio González Lara

In every dream home a heartache
And every step I take
Takes me further from heaven

Is there a heaven?
I`d like to think so

Standards of living
They are rising daily
But home oh sweet home
It only a saying

From bell push to faucet
In smart town apartment
The cottage is pretty
The main house a palace

Penthouse perfection
But what goes on
What to do there
Better pray there

Open plan living
Bungalow ranch style
All of it’s comforts
Seem so essential

I bought you mail order
My plain wrapper baby
Your skin is like vinyl
The perfect companion
You float in my new pool
Deluxe and delightful
Inflatable doll
My role is to serve you

Disposable darling
Can’t throw you away now
Immortal and life size
My breath is inside you
I’ll dress you up daily
And keep you till death sighs

Inflatable doll
Lover ungrateful
I blew up your body…
But you blew my mind

Oh those heartaches
Dream home heartaches

Oh those heartaches!

In every dream home a heartache / Roxy music

In every dream home a heartache (live) / Roxy music

marzo 3, 2010

Last days

por Mauricio González Lara

Last days (2005), última parte de «la trilogía minimal de la muerte» de Gus Vant Sant iniciada con Gerry y seguida por Elephant, es de esas películas más admiradas que queridas; reconocida casi de manera unánime como una gran obra, resulta poco referenciada a la hora de elaborar listas o retrospectivas sentimentales. De hecho, esta revisión totalmente libre e imaginada de los últimos días de Kurt Cobain (o Blake, nombre al que responde en la cinta para evitar demandas y reclamos) es casi tan desconocida en nuestro país como Gerry o Mala noche, la opera prima de Van Sant. Es una lástima: su retrato de alienación adolescente/juvenil es tan bello e hipnótico como cualquier arranque de lirismo patineto de Paranoid Park .

Plus: Michael Pitt está estupendo como Blake. Curiosamente, su nota más alta no se encuentra  en la cinta, sino en este tour de force (no incluido en el corte final) donde exponencia con concentrada intensidad el genio improvisador  de Cobain. Devastador.

enero 9, 2010

¡Feliz cumple David!

por Mauricio González Lara

David Bowie, jefe de jefes y padre de todos nosotros, cumple 63 años hoy, ocho de enero. Va un humilde mixtape de homenaje. ¡Faltaba más!

01 Rebel Rebel

02 Starman

03 Baby universal

04 Slow Burn

05 Dirty Boulevard (en vivo con Lou Reed)

06 Absolute Beginners (en vivo)

07 Sex and the Church

08 The Motel

09 Under Pressure (en vivo con Gail A. Dorsey)

10 Bring Me the Disco King (con Maynard James)

11 Heroes (en vivo)

Bonus track : Wild Is The Wind (en vivo)

Descargar, «aquí»

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diciembre 2, 2009

Los 100 discos de la década

por Mauricio González Lara

Ni están todos los que son, ni son todos los que están, pero estos fueron nuestros 100 discos favoritos de esta agonizante década.

Por Mauricio González Lara, Salvador Fabela y Ricardo Avendaño

1. Funeral – Arcade Fire (2004)

“Arcade Fire es uno de los acontecimientos más importantes en el arte de los últimos 100 años”.- David Bowie

Si sólo tratáramos de describir al primer disco de Arcade Fire por su narrativa, sonaría como algo muy similar a Fanny y Alexander, la cinta de Ingmar Bergman de 1982: una obra sobre emociones infantiles, pérdida, ritos de iniciación, el dolor de la edad adulta, fantasmas familiares y una comunidad que, pese a sus gozosas tradiciones, se encamina al olvido; es decir, como una pieza de temas oscuros y nostálgicos. Lo es, pero como podrá atestiguar cualquier afortunado que lo escuche por primera vez, también es un álbum lleno de luz, euforia y esperanza. Con extrema naturalidad, sin poses, como si cumpliera un destino manifiesto felizmente aceptado por todos, Arcade Fire entregó en su debut la gran celebración vital de la década. Al Funeral le siguió en 2007 Neon Bible, disco que sólo confirmó lo que ya sabíamos: lo mejor aún está por venir.

2. XTRMNTR- Primal Scream (2000)

“Un disco cuya vigencia es a prueba de todo, incluso del mismo Primal Scream”.-NME.

“Estoy adelantado a mi tiempo”, canta Bobby Gillespie en 5 years ahead of my time, uno de los bonus tracks del XTRMNTR. En el 2000, año que se editó el disco, ¿quién podía discutírselo? El disco continúa siendo una experiencia sónica alucinante: un imparable monstruo electrónico de guitarras abrasivas que mezcla la acidez del punk estilo MC5 con la distorsión de My Bloody Valentine y los beats del mejor trabajo de The Chemical Brothers. El XTRMNTR es una tormenta de sonido expresada en función de una protesta política efectiva y ajena al compromiso militante: Pills y Swastika eyes explotan como granadas, mientras Shoot speed/Kill light materializa la sensación que debe experimentar un piloto cuando su avión de combate rompe la barrera del sonido.

3. Yoshimi Battles the Pink Robots – The Flaming Lips (2002)

“No hay nada más inspirador que The Flaming Lips”.- Cat Power.

Wayne Coyne, líder conceptual de The Flaming Lips, parecía destinado al fracaso: mantener el nivel del Soft Bulletin, uno de los discos claves de los 90, lucía como labor imposible, algo casi tan complicado como la misión en la que se embarcaban su par de protagonistas para salvar al mundo. Pero Coyne triunfó y la crítica enloqueció: “Fábula imposible de ciencia ficción”, “reinvención del espíritu de Brian Wilson”, “reflexión sobre la pérdida de humanidad frente a la tecnología”. Blah blah blah. Lo mejor de Yoshimi es su empatía: cuando Coyne nos dice que aprovechemos cada momento como si fuera el último en canciones como Do you realize?, no escuchamos a una rock star estilo Bono tirándonos netas, sino a un buen amigo que en verdad desea lo mejor para nosotros. ¿Acaso se puede pedir más?

4. Revés/ Yo soy – Café Tacuba (1999/2000)

“Una de las grandes bandas de todos los lugares y de todos los tiempos”.- Gustavo Santaolalla, productor.

A estas alturas, calificar a Café Tacuba como el combo más consistente y sólido de México suena a aburrida reiteración. A fines de 1999, sin embargo, el grupo todavía no lograba quitarse del todo la imagen de broma pintoresca con la que muchos asociaban su estilo. Revés/Yo soy dinamitó esos prejuicios: Revés, el disco instrumental, les ganó el respeto de la alta crítica y varias figuras icónicas (Kronos Quartet); por otro lado, Yo soy, el disco “pop”, ratificó en un tono personal sus inmensas habilidades para fusionar las raíces populares de la canción mexicana con las tendencias globales. La proeza transformó al cuarteto de Satélite en improbables ídolos: dos gorditos, un flacote y un chaparrito prieto: cuatro individualidades poderosas, auténticas y estimables. (Nota: si bien en términos estrictos el Revés/Yo soy se edito en el segundo semestre de l999, su impacto y resonancia sin duda pertenecen a esta década.)

5. Sound of Silver –LCD Soundsystem (2007)

“James Murphy es una fuerza de la naturaleza”.- Tiga.

El segundo disco de LCD Soundystem es una hábil sumatoria de lo mejor de los últimos 30 años: Bowie, The Flaming Lips, Kraftwerk, el disco, el punk, Tiga, Daft Punk, en fin, éste es un álbum con todo y para todos. Esa razón sería suficiente para incluirlo en esta lista; no obstante, el aspecto que hace del Sound of Silver una obra indispensable es su profunda emotividad lírica: de no ser porque hace “música dance” (cualquier cosa que eso signifique), James Murphy sería uno de los letristas más valorados de hoy, sobre todo entre los treintañeros que comienzan a sentir el peso de los años. El Sound of Silver es, grosso modo, un trabajo sobre la crisis de la mediana edad. Dos botones de muestra: Someone great, pieza que relata la terrible normalidad con la que la vida sigue tras la pérdida de una persona amada, y All my friends, track que captura el vacío anticlimático de llegar «con éxito» a la edad donde no pasa nada y pasa todo: where are your friends tonight? If I could see all my friends tonight! Brutal.

6. Kid A – Radiohead.

El peso de seguir al Ok Computer, considerado casi por unanimidad como el mejor disco de la década pasada, era razón suficiente para tirar la toalla, o peor aún, entrar a una aburrida zona de confort. El grupo liderado por Thom Yorke optó por lo contrario: hinchados de un palmario sentido de propósito, produjeron el Kid A, quizá el disco en que logran balancear de manera más sólida la experimentación electrónica con su naturaleza de banda de rock. El Kid A es un grito de desesperación emitido desde las entrañas de un centro comercial: un sentimiento quebrado y hermoso.

7. Merriweather Postpavillion – Animal Collective. Aunque podría funcionar como un sólido argumento para promover la legalización del ácido, lo cierto es que el triunfo del disco radica en conjuntar una complejísima sicodelia con melodías de una ductilidad casi acuática.

8. Vespertine – Björk. No es una bodega de sencillos: el Vespertine es un paraíso privado al que se entra en busca de verdad y sosiego. El pico más alto en la carrera de la Islandesa.

9. Is this it? / The Strokes. El disco que hizo que el rock sin pretensiones volviera a sonar como una buena idea.

10. I am a Bird Now/ Antony and the Johnsons. La insólita voz de Antony ansiosa por conectar con los bellos sentimientos.” You are my sister, and I love you”. ¡Claro que sí!

11. Sea Change – Beck. Sin artificio ni floritura, Beck produjo el “heartbreak” álbum de los primeros años del siglo. Sensual desolación.

12. Discovery – Daft Punk. Si tuviste la fortuna de verlos en vivo, no tenemos que explicar nada; si no los viste, pues te retamos a pensar en un disco de mayor influencia en la música electrónica actual.

13. Stories From the City, Stories From the Sea -PJ Harvey. Aunque el White Chalk y el Uh huh her tambien podrían estar en esta lista, nos inclinamos por este álbum gracias a This mess we´re in, áspera crónica del desastre amoroso cantada a dúo con Thom Yorke.

14. Third – Portishead. Todos esperaban algo que sirviera como pretexto para hacer una gira de “grandes éxitos”, pero Portishead entregó su disco más propositivo y su canción más alucinante: The rip.

15. Powder Burns – The Twilight Singers. Con este desagarrado disco conceptual sobre la adicción a la cocaína, Greg Dulli, motor creativo de Twilight Singers y otrora líder de Afghan Whigs, logró su absoluta obra maestra.

16. White Blood Cells – The White Stripes. Blues + explosividad de garaje + llamativo vestuario bicolor + vocalista cara de niño y acento sureño imposible + adorable baterista de tetas enormes + lúdica duda sexual (¿hermanos? ¿amantes? ¿las dos?) + rolas contagiosas que hubieran enorgullecido al mismísimo Phil Spector. La ecuación de éxito de The White Stripes sería irresoluble, obvio, sin la genialidad de Jack White, uno de los pocos personajes icónicos con los que contamos hoy.

17. Turn on the Bright Lights – Interpol. Basta de asociarlos con Joy Division. El mismo Ian Curtis hubiera alzado los brazos y exclamado “gracias” ante una canción tan inmensa como NYC.

18. Silent Shout – The Knife. Tras el éxito mundial de Heartbeats y la colaboración de Karin Dreijer Andersson con Röyksopp, The Knife lanzó un trabajo casi imposible de precisar: un disco de texturas amenazantes y gélidas que, irónicamente, es toda una joya pop.

19. Saturdays = Youth – M83 Un inmenso homenaje a una adolescencia perdida que quizá nunca existió. Todos, absolutamente todos, nos hemos enamorado de una Graveyard girl.

20. Kala – M.I.A. La verdadera voz de la “world music”; una innovadora y ferozmente bailable amalgama de sonidos que, si bien basados en la etnicidad, proyectan los malestares de la aldea global con estilo y contundencia. El punto cumbre es Paper Planes: hiperpegajosa rola que, con la invaluable producción de Diplo, su otrora novio, es uno de los hits más propositivos y socialmente pertinentes de ésta y todas las décadas. “I fly like paper, get high like planes.”

21. Rock and Roll- Ryan Adams. De irresistible sencillez, este disco es la introducción perfecta al subvalorado y prolífico Ryan Adams. Ahora, si lo tuyo es el azote amoroso, recomendamos el Love is hell.

22. Because of the Times – Kings of Leon. El álbum más redondo de los hermanos Followill. Knocked up, en especial, es un clásico que defiende la decisión más antirock de la historia: cumplirle a la chava que embarazaste.

23. Hot Fuss – The Killers.

Provisto de un saludable sentido faux glam –no se podía esperar menos de un grupo originario de Las Vegas-, el primero y hasta ahora mejor disco de The Killers estaría más arriba de nuestra lista de no ser por la abrupta caída que sufre en su lado B. Como sea, pocas bandas tuvieron momentos más emocionantes que las sonrientes líneas de sintetizador al final de Mr. Brightside, o la honesta conminación a ser feliz de Smile like you mean it o ya de plano los coros pegajosos de All these things that I’ve done.

24. † – Justice. Del “electro” grasoso de Phantom a la pesadillesca Stress, sin olvidar la adorable D.A.N.C.E., la versatilidad del debut de Justice justifica su estatus de “fenómeno cultural”.

25.Every Day – Cinematic Orchestra. Con Every Day, de 2002, Jason Swinscoe demostró que ya no era un mero geniecito que se entretenía con samplers de jazz en su computadora personal, sino el líder de un diverso ensamble que incluía a Roots Manuva y la legendaria Fontella Bass. Los puristas se quejaron de que Cinematic Orchestra era una prostitución experimental del jazz; no obstante, estamos seguros que el mismo Miles gritaría emocionado con Evolution, o por lo menos chasquearía los dedos al ritmo de The man with the movie camera.

26. Come on feel… the Illinoise – Surfjan Stevens. Al principio suena como una broma elaborada: un proyecto donde cada álbum representará una provincia de Estados Unidos y se abordarán temas que irán desde OVNIs hasta el convivio con zombies, sin olvidar un templo erigido en memoria de Abraham Lincoln. No obstante, una vez que se escucha sin prejuicios, todo comienza a cobrar sentido: la fusión de cuartetos de cuerdas, metales, banjo, piano, oboe y coros crea un ambiente exquisito e intrincado, en el que cada una de las 22 piezas integran una capa que se superpone a la anterior en sublime intoxicación. ¿Y la cordura narrativa? ¡No jodan con nimiedades!

27. Boxer – The National. En su cuarto disco, The National aprendió a usar la austeridad como escenario de lujo para una contención musical que, paradójicamente, terminó por resaltar la intensidad de sus letras, como evidenció el éxito de Fake empire, lo más parecido que han tenido a un hit.

28. Demon Days – Gorillaz. Con la ayuda de Danger mouse, Damon Albarn no sólo superó el debut de su “banda virtual”, sino que alcanzó una popularidad insólita para un proyecto que, en el fondo, es un bizarro experimento.

29. Rooty – Basement Jaxx. Infaltable en cualquier fiesta de respeto, Rooty puso a todos a bailar con la romántica Romeo y la sexosa Get Off.

30. A Brief History of Love – The Big Pink. Si el proyecto de un álbum de Oasis producido por Death in Vegas se hubiera concretado, el resultado sería algo muy similar The Big Pink. Uno de los derroteros musicales de la próxima década.

31. Fever to tell – Yeah Yeah Yeahs. Cuando Karen O grita que “tiene una cita con la noche”, resulta imposible no desearla, pero cuando canta Maps, lo imposible es no amarla.

32. Dizzee Rascal – Boy in Da Corner

Letras reflexivas y políticamente incorrectas, fraseo de abrumadora habilidad, beats y sintetizadores agresivos, en fin, las credenciales de Dylan Mills, mejor conocido como Dizze Rascal, eran perfectas, por lo que no le costó mucho establecerse como una estrella indiscutible del hip-hop con este muy paranoico Boy in Da Corner, de 2004. Plus: a diferencia de sus contrapartes norteamericanas, tan obsesionadas con su dinámica de “malotes”, a Dizzee nunca le ha dado miedo bailar, como lo demuestra la irresistible Fix up, look sharp!

33. Let It Come Down- Spiritualized. El genio psicodélico de Jason Pierce al servicio de sentidas canciones de amor, ruptura y redención. Toda una limpia espiritual.

34. A Grand Don’t Come for Free- The Streets. ¿Te acaban de tronar? Este contemplativo disco de Mark Geoffrey Skinner, alias The Streets, contiene el mejor sencillo para que le eches ganitas y sigas adelante: la ya clásica Dry your eyes.

35. Anoche – Babasónicos. La secuencia inicial de Carismático / Yegua /Un flash desdobla las letras más inteligentes del rock en español. Si no lo entiendes así, pues, “tienes que aprender a fingir más”.

36. Speakerboxxx / The Love Below – Outkast. Sincretismo sin mácula entre la rapidez del hip hop, el funk estilo George Clinton y la sensibilidad sónica producida por el consumo constante de tachas. Gozoso hasta decir basta.

37. Return to Cookie Mountain – TV On the Radio. A veces se exagera el perfil alternativo de TV On the Radio: la majestuosidad de Province, exponenciada por los coros de David Bowie, es tan universal que hasta un fan de Paulina Rubio podría entenderla.

38. Agaetis Byrjun – Sigur Rós. Evitaremos el cliché de mencionar la fantástica secuencia de The life aquatic con Starálfur. Nuestro mejor argumento es el coro victorioso estilo Hey Jude de Olsen Olsen.

39. Heathen – David Bowie. Bowie no estaba de humor en 2002 para exploraciones electrónicas o búsquedas estilísticas, por lo que a la manera de un viejo lujurioso sacado de una novela de Philip Roth, confeccionó una obra vibrante y dura que se paseaba entre la incertidumbre (Afraid), la esperanza vencida (A better future), y el ansia sexual. Todo con un ánimo pagano cuya visión del paraíso era un amabilísimo vecindario donde hasta el perro del vecino decía “hola” (Everyone says hi).

40. Up the Bracket –The Libertines. Cada vez que te levantes crudo y destruido tras una noche de excesos, piensa en The Libertines y anímate: aún te falta mucho para llegar abajo.

41. Coles Corner – Richard Hawley. Tras escuchar la telúrica The ocean, hasta el más escéptico está obligado a aceptar que quizá Hawley no sea Lee Hazelwood… pero casi.

42. Future Sex/ Love sounds – Justin Timberlake. El disco más logrado del ídolo pop de la década. Los minimal beats de Sexy back, cortesía de Timbaland, son de otro mundo.

43. The Private Press – DJ Shadow. Un viaje que va de tracks cachondísimos como Six days a inquietantes piezas capaces de joder tu alma para siempre (Blood in the motorway).

44. Grinderman – Grinderman. Mientras un cincuentón común y corriente se compra un auto deportivo para desviar la atención de su propia decadencia, un tipo como Nick Cave graba un disco de rock durísimo sobre ansiedad apocalíptica y frustración sexual.

45. The Warning -Hot Chip. El trabajo más memorable del polifacético combo electropop inglés. El remix de Erol Alkan de A boy from school es épico.

46. As Heard on Radio Soulwax pt. 2 – 2 Many DJ’s. Hay innovaciones cuyo valor iconoclasta es tan contundente que se transforman en referentes de cualidades casi antropológicas. Entonces, así como entender la significación de Google, el iPod o la cultura del «narco» resulta fundamental para comprender el principio del siglo XXI, el “mash up” será crucial para comprender la naturaleza del hoy en el futuro. Bajo esa lógica, la valía de lo hecho por Soulwax en su versión “mashera todo va” de 2 Many DJ’s es monumental. Quizá lo único que supera su importancia es su capacidad de diversión: la fiesta es interminable con estos maestros.

47. The Seldom Seen Kid – Elbow. Accesible y emotivo, contiene One day like this, himno a la sorpresa y poder del amor. “Holy cow I love your eyes!”

48. Poses – Rufus Wainwright. La colección de canciones más delicada de Rufus. La conmovedora Poses fue reinterpretada en jazz por el trompetista Dave Douglas en su memorable The infinite.

49. Yankee Hotel Foxtrot – Wilco. Este disco le gusta incluso a las personas que odian a Jeff Tweedy, líder de Wilco. Baladas como Kamera y Jesus etc. se desdoblan con entrañable sencillez, mientras que Pot Keetle Black y Ashes of American flags reflejan el ánimo de miedo del Estados Unidos de la era Bush. «You were right about the stars, each one is a setting sun».

50. Scorpio Rising – Death in Vegas. La dupla de apertura, Leather y Girls, valen la inclusión: una turbina de guitarras que se torna en atmósfera de ensueño, con todo y voces femeninas que sugieren un mundo mejor. La parte de Girls sale al principio de Lost in Translation.

Los otros 50

51. The Last Broadcast – Doves

52. Under Construction – Missy Elliot

53. Franz Ferdinand – Franz Ferdinand

54. The Black Album – Jay Z

55. Comfort of Strangers – Beth Orton

56. Primary Colors – The Horrors

57. White Pony – Deftones

58. Ten silver drops – The secret machines

59. 23 – Blonde Redhead

60. Untrue –Burial

61. The Reminder – Feist

62. The Drift – Scott Walker

63. Sonic Nurse – Sonic Youth

64. Kill the Moonlight – Spoon

65. Top Ranking – Diplo and Santogold

66. Rings around the world – Super Furry Animals

67. Parachutes – Coldplay

68. Silent Alarm – Bloc Party

69. The Moon and Antarctica – Modest Mouse

70. No Way Down – Air France

71. It Still Moves – My Morning Jacket

72. Attack Decay Sustain Release – Simian Mobile Disco

73. Whatever People Say I am That’s What I’m Not – The Arctic Monkeys

74. Drukqs – Aphex Twin

75. Lift Your Skinny Fists like Antennas to Heaven- Godpseed You Black Emperor!

76. The Hour of the Bewilderbeast – Badly Drawn Boy

77. And Then Nothing Turned Itself Inside Out – Yo la Tengo

78. Rubbers and Cowards – Cold War Kids

79. Friendly Fires – Friendly Fires

80. Set Yourself on Fire – Stars

81. All is Dream – Mercury Rev

82. Bow Down to the Exit Sign – David Holmes

83. Chaos and Creation in the Back Yard – Paul McCartney

84. Graduation – Kanye West

85. You are the Quarry –Morrissey

86. Give Up – The Postal Service

87. Oracular Spectacular -MGMT

88. Howl Howl Gaff Gaff – Shoutout louds

89. Ok Cowboy – Vitalic

90. Push the Button – The Chemical Brothers

91. Crack the Sky –Mastodon

92. Ys – Joanna Newsom

93. Nite Versions – Soulwax

94. Van Lear Rose -Loreta Lynn

95. Figure 8 – Elliot Smith

96. The Life Pursuit – Belle and Sebastian

97. The Greatest – Cat Power

98. Veckatimest – Grizzly Bear

99. Rated R – Queens of the Stone Age

100. New Morning Changing Weather- International Noise Conspiracy

++Esta lista fue escrita originalmente para la revista Deep, donde apareció reducida y alterada sustancialmente. Esta es la versión original, la de los autores, pues.

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